LA TUTORIA ¿PARA QUE SIRVE?

LA TUTORIA ¿PARA QUE SIRVE?

FECHA: 21 FEBRERO DE 2011

CONTENIDOS: - Debate sobre la importancia de la tutoria.

RESUMEN:

En las dinámicas del día 16 de febrero, dos de las tres situaciones en el aula se produjeron en un espacio de tutoría. Se produjo un debate en clase sobre la importancia de la tutoría, como la habíamos vivido y que utilidad le encontrábamos.

REFLEXIÓN:

En el libro “Conflictos, tutoría y construcción democrática de normas”(2004) la autora Mª Luz Lorenzo entiende la tutoría como: “el tiempo en el que partiendo de cuestiones que interesan vivamente a los alumnos/as, se crea un espacio de reflexión crítica y autocrítica sobre sus conductas, creando un proceso en el que:

·         Se tiene en cuenta lo que el alumno manifiesta desde su reflexión y autonomía.

·         Se cree en los aspectos positivos de los alumnos, aspectos que se vivencian como tales y se valoran.

·         Se da una reflexión crítica apoyada por el material que se considere más adecuado sobre conductas desadaptadas que en un determinado periodo (semanas, quincenas,…) se han vivenciado y que de no hacerlo así supondría la utilización del Reglamento del Centro.

·         Se exige un compromiso de reparación de la conducta desadaptada, reparación que será flexibilizada y gradual a las posibilidades de asunción a los alumno/a, diferenciando entre las respuesta ideal y la respuesta sustitutoria al alcance de las posibilidades del grupo y del alumno.”

Es cierto que la tutoría debe de ser un espacio donde los alumnos puedan manifestarse, reflexionar sobre sus propias actitudes y las del resto de compañeros en el aula y fuera de ella. Debe de ser un espacio donde se soluciones conflictos y donde los profesores crean los aspectos positivos de los alumnos. Pero no es el único espacio donde se pueda crear este ambiente.

A lo largo de los días, de las semanas, de los cursos, los niños/as  forman un grupo social que tienen sus propias vivencias individuales y como grupo, y esas vivencias no se esperan al día de del espacio de tutoría. Hemos de crear un ambiente de autonomía y reflexión, durante todo el tiempo. Hemos de favorecer su capacidad de reflexionar, no solo enseñar unos conocimientos del área que estamos trabajando. En el currículo se habla de unos conocimientos actitudinales, es decir, de una enseñanza en valores y normas, y este conocimiento no solo puede ser adquirido una hora  ala semana, debe ser dado durante todo el tiempo.

También pasa con los conflictos. Los adultos no solemos esperar a que llegue la hora predeterminada de la semana para resolver situaciones que no son agradables para nosotros. Pues para los niños/as no podemos pretender que no sea asi. Debemos resolver conflictos que están sucediendo en ese momento, que están angustiando al niño/a, porque puede que después que pase el tiempo problema haya aumentado y la angustia del alumno/a también.

Otro aspecto que no me ha gustado de esta definición es la palabra “reparación”. No son coches los niños/as, no podemos repararlos. Podemos guiarlos, ayudarlos, escucharlos, entenderlos, pero no repararlos. No son maquinas que si sabes el motivo de que no funciones aprietas un tornillo y ya está reparado. Las personas somos complejas y no mecánicas.

En el anterior semestre pudimos ver el documental “Pensant en els altres” donde se podía ver una clase de Japón de primaria y las actuaciones del profesor. Él actuaba siempre de manera empática con los niños/as, dejaba que expresasen sus sentimientos en todo momento y si había un conflicto en la clase, dejaba de dar la explicación para resolver el problema que hubiese. No solo se ha de enseñar una hora a la semana a ser buena persona. Los niños/as son personas y hemos de tratarles como tales, tienen sus sentimientos, y como a nosotros nos pasan, no podemos aplazarlos y esconderlos hasta que el profesor decida cuándo es el momento para manifestarlos.

BIBLIOGRAFÍA:

LORENZO, M.L.: Conflictos, tutoría y construcción democrática de las normas. Descleé, Bilbao, 2004.